Es importante recordar que el desembarco de Nelson Castro a los medios de comunicación, primero la radio y luego la televisión, se dio gracias a sus conocimientos médicos. Sí, el actual conductor de “Telenoche” se recibió de neurólogo y ejerció por varios años.
El punto de inflexión en la vida de Nelson Castro se dio en el año 93, cuando tuvo que elegir un camino. Como se lo puede ver en la pantalla chica, no hace falta aclarar que camino eligió, pese a eso, nunca dejó de actualizarse sobre la rama de la medicina que eligió estudiar.
“Me sigo actualizando, estudio mucho, sobre todo en mi especialidad. La notoriedad pública contamina el ejercicio de la profesión médica, los medios son muy convalidantes y en un momento me vi con una sobrecarga laboral. Trabajé en el Hospital Santojanni y en el Sirio Libanés, hasta los 38 años”, contó el conductor.
Sobre aquel año en que dejó la medicina, su gran amor, el periodista aclaró: “Trabajaba también como periodista en Radio del Plata, y lo que me forzó a dejar la medicina fue el episodio de la carótida de Carlos Menem, un hecho de alto impacto que me permitió por primera vez incursionar en el tema de la salud de los presidentes”.
“Por contactos que tenía, conseguí la información certera de lo que estaba pasando. Ese día lo conté en el programa de Mariano Grondona, una hora antes de que terminara la operación, y eso aumentó la asistencia de gente a mi consultorio”, sentenció el comunicador.
A su vez, Nelson manifestó cuál fue el momento en donde se dio cuenta que no podía seguir con ambas cosas al mismo tiempo. “Me di cuenta de que en la medida en que crecía mi notoriedad periodística, era mucho más difícil trabajar de médico”, aclaró.
Primero la salud
Sobre su propia salud, Nelson Castro, quien tiene mucho recorrido en este mundo, y no por sus viajes como corresponsal de TN, manifestó que es muy cauteloso. “Hago actividad física cuatro veces por semana en un gimnasio que tengo en casa”, destacó.
“Ejercito lo mental aprendiendo cosas, como música e idiomas, porque me mantiene el cerebro activo. También me cuido en la alimentación, como frugal y equilibradamente, y le agradezco a la vida el hecho de siempre haber conservado el mismo peso”, sentenció.