Jueves 28 de Diciembre 2023
FLOR VIGNA

El trascendental cambio de Flor Vigna gracias a Luciano Castro

La palabra de Flor Vigna.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

En el último año y medio, Flor Vigna no solo invirtió todos sus ahorros para darle un nuevo vuelo a su carrera artística, sino que también le ocurrieron muchas más cosas en lo personal, por ejemplo, mudarse a otro lado y conocer a Luciano Castro, con quien mantiene un noviazgo.

“Lo conocí a Lucho que es un nuevo amor y me cambió la cabeza”, arrancó diciendo Flor Vigna en una nota para revista Gente. “En que cuando conoces a una persona tan linda que entra en tu vida de una forma tan fuerte, aprendés un poco de su forma de pensar”, aclaró.

“Él (por Luciano Castro) es uno de los que más se banca mi montaña rusa de sentimientos. Me ve todo el tiempo editando videos, escribiendo canciones, amigándome con el mundo y peleándome con el mundo”, reconoció la cantante sobre las cosas que vive junto a su pareja.

“Justo ahora estoy en una racha muy linda porque vengo de hacer un Vorterix con catorce bailarines, pero hubo días en que se bajaba algún laburo o se atrasaba alguna canción y todo eso él lo vive porque, si bien no convivimos, estamos en mi casa varios días a la semana”, aclaró.

Cabe destacar que desde el 22 de marzo, Flor va a estar protagonizando la obra "El divorcio, la comedia" junto a su novio, Pablo Rago y Carla Conte y sobre los ensayos en su casa, la cantante mencionó: “Sí, porque la mía nos queda muy cerca de todos los laburos y es medio el búnker.

“La semana pasada, en casita, tuvimos el ensayo de la comedia, de Fuerza Bruta y de nuestra música. Es como que logré lo que soñaba. Quizás tiene que ver con un complejo que me quedó de cuando era chica, porque nadie venía a mi casa. Hoy, mi casa, es la casa del pueblo”, aclaró.

El complejo que quedó del pasado

Sobre utilizar su casa como concentración para todo lo que hace, Flor Vigna mencionó: “Es que yo iba a un colegio que quedaba en provincia y mi casa quedaba lejos de las de mis compañeros, y siempre había casas más bonitas para juntarse porque la mía quizás no era tan linda. Pero bueno, ahora crecí y pude hacerme mi lugar, y es justo como yo quería”.

“O sea, no es una casa lujosa ni ostentosa, pero es diferente: tiene las paredes graffiteadas y en el otro piso, donde hacemos los ensayos y las zapadas, hay una energía muy estimulante y muy loca porque es un ambiente pintado de oscuro en el que hay muchos instrumentos”, completó.