Muchos aseguran que cuando se trae a un hijo al mundo esa persona se recibe de padre y el niño en cuestión en hijo, los dos al mismo tiempo, tras haber cursado una carrera de nueve meses en donde se aprendiste poco. Estefanía Pasquini y Alberto Cormillot saben muy bien este tema.
Ningún padre puede asegurar cómo va a criar a su hijo sin antes tenerlo en frente o cargando, tampoco pude emitir un juicio en donde admita que hará las cosas más fáciles o no tendrá problemas. Aquí la teoría no va de mano de practica es por eso que Estefanía Pasquini y Alberto Cormillot tomaron medidas.
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Pese a que Alberto ya era padre antes de que Emilio llegue al mundo, los años le hicieron olvidar o más bien perder la memoria sobre cómo se debe tratar a un bebé o simplemente que se debe hacer ante una situación normal: el niño llora, no duerme, no se queda quieto, entro otras cosas.
Teniendo en cuenta este gran factor, el médico especialista en nutrición decidió desempolvar los libros de la crianza y se preocupó, primero, en cómo cambiar un pañal, lo que generalmente suele ser un dolor de cabeza para cualquier padre primerizo debido a las dudas que invaden su cabeza.
Claro, los bebés están repletos de energía y no quieren estar en cama tranquilos esperando que alguien se preocupe en cambiarlos, ellos siguen su vida a su ritmo y sin medir las consecuencias. Esto es lo que hace que los padres duden antes de actuar, sabiendo que lo pueden hacer todo mal.
Para no pasar por este problema, Alberto consiguió un bebote de plástico e intentó volver a agarrarle la mano, pero como todos saben cuándo debió cambiarle por primera vez a Emilio lo hizo tan mal que desperdicio un pañal y Estefanía Pasquini lo tuve que hacer de nuevo.
Con las manos en la masa
Días atrás, Estefanía Pasquini publicó una foto en una historia de Instagram que habla de ese momento de práctica. “Recuerdos”, mencionó la nutricionista sobre la foto que tomó cuando halló una noche a su esposa practicando con un muñeco que le regaló su suegra.
“Alberto practicando cambiar pañales con un muñeco que nos había dado mi mamá”, explicó la mamá de Emilio. Como dijimos, el niño no suele quedarse quieto a la hora de cambiarlo, por eso practicar con un bebote no suele ser de mucha ayuda, si todo se debe aprender en el momento que tienes al niño de verdad en tus brazos.