En medio de los sentimientos cruzados que genera el libro que acaba de publicar en nombre de su hija, quien perdió la vida hace muchos años, Benjamín Vicuña acaba de contar que en realidad Blanca se iba a llamar Isabel, pero que decidió cambiarlo a último momento.
Las palabras de Benjamín Vicuña lo trasladan a épocas muy antiguas, en donde solo hay lugar para su infancia. En una reciente entrevista para Infobae, el actor mencionó que Blanca nació el mismo día que su abuela, Isabel Luco Morandé, llegó a Chile para celebrar su propio cumpleaños.
La abuela, quien por aquellos años vivía en Londres, cruzó el Atlántico como lo había pactado con antelación solo para festejar su propio cumpleaños. “Yo la había llamado varias veces diciéndole: Vieja, ven a darnos una mano. Ya estábamos en fecha, pero Blanca no nacía”, cuenta.
“Voy a viajar el 15, día de mi cumpleaños”, recuerda el actor en alusión a la respuesta de su abuela, quien según él, tenía la frialdad de Margaret Thatcher. “¡No vas a llegar! ¡Te perderás el nacimiento! Finalmente, Blanca nació el 15”, recuerda Benja sobre cómo se dio todo.
“Entonces, al ver entrar a mamá en la sala, Caro y yo le dijimos: ¡Bueno, te lo has ganado! Le (colocaremos) tu nombre. Y ella (emitió) su voluntad: Si están decididos a este tipo de homenaje, mejor llámenla como mi madre”, repasó la expareja de Pampita.
“Isabel tuvo su regalo y Blanca el nombre de mi entrañable Blanca Morandé”, aclaró el actor sobre la elección del nombre de su primera hija. “Que más allá de todo, nos pareció el más lindo del mundo”, dice el padre de Bautista, Beltrán, Benicio, Amancio y Magnolia.
Buenos recuerdos
“Mi abuela era un ser muy especial. Muy espiritual. Cariñosa y sabia como pocas. De esas señoras antiguas que rezaban todo el día con el rosario en mano de aquí para allá. Una especie de santa. Ella fue la primera gran pérdida de la familia y tras su (pérdida) comenzó a generarse, entre todos nosotros, algo tan raro como lindo”, recuerda.
“Entre mis tíos y primos, se hizo costumbre pedirle a la abuela. ¡Debimos tenerla agotada, pobrecita! Porque le pedíamos de todo: desde pasar un examen de Matemáticas a ganar un Superclásico. ¡Y pasaban cosas, eh! ¡Cosas hermosas!”, dice Benjamín Vicuña.