Muchas personas coleccionan monedas porque están interesados en la historia y la historia (valga la redundancia) detrás de estas. Las monedas pueden contar un relato sobre un momento o evento específico, y los coleccionistas están interesados en preservar esta historia.
Otros coleccionistas, de cualquier parte del mundo, pueden estar interesados en el valor de las monedas. Coleccionar monedas puede ser un pasatiempo para algunos y una forma de ganar dinero para otros. Quizás la última opción es la que está ganando más terreno.
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Las monedas más valiosas de la historia suelen ser las más raras. Cuanto más extraña es una moneda, más valiosa es. Las monedas de oro o plata o en buen estado también suelen ser más prácticas. Los coleccionistas generalmente buscan monedas que estén en perfecto estado o sin circular.
Cada vez más personas están interesadas en coleccionar monedas, y el pasatiempo se vuelve más popular todos los días. A continuación, se enseña una lista bien seleccionada de las monedas más valiosas de todos los tiempos. Muchas de estas pertenecen al viejo continente.
La más buscada es la “8 Escudos Fernando VII (1821)”. El ejemplar tiene la estatua del rey y además se aprecia la corona de laurel, algo muy característico en la época que fue construida, entre 1813 y 1820. Completamente de oro, su valor en buen estado ronda los cuatro mil euros.
La segunda en la lista es la “peseta 1946 (1948)”. La moneda pertenece a una colección porque solo se construyeron 800 de ellas, por lo cual hizo que su valor aumente considerablemente. En una de sus caras está la imagen de Francisco Franco y su valor actual es de 2422,50 euros.
Otras monedas
Otra de las monedas buscadas también fue mandada a construir en España. En este caso estamos hablando del ejemplar: “Moneda Conmemorativa FNMT 1995”, la cual hace un homenaje a Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz. Su precio en el mercado es de 1959 euros.
Por último, la moneda “100 Pesetas Alfonso XIII (1962)” tiene un valor en el mercado de 1925 euros. El ejemplar fue construido sobre otra moneda, la de 20 Pesetas de 1887. Sí, se optó por hacer una moneda sobre otra para reutilizar el material de época y modificar algunos detalles.