Las rutinas de belleza son indispensables durante todo el transcurso del año y las mismas deben adaptarse a las necesidades que requiere la piel, algo que suele variar según la época.
Por ejemplo, durante el invierno la piel tiende a resecarse por distintos factores como la falta de humedad, el frío extremo, el viento, la calefacción, entre otros, algo que lleva a muchas personas a modificar los productos que incluyen en sus rutinas de belleza, debido a que necesitan un extra de hidratación en este período.
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Llegada la primavera, la estación que estamos a punto de comenzar, las temperaturas comienzan a ser más elevadas, incluso se perciben días de mayor humedad, cambios que no pasan desapercibidos para la piel y es por esto que, quizás tengas que realizar nuevos cambios en tu rutina de belleza.
Aquellos hidratantes de consistencia más espesa que ayudaban a proteger la piel en la época del frío, se tornan algo “pesados” para el clima de la primavera, es por esto que deben ser sustituidos por lociones o geles más ligeros.
Utilizar los productos correctos en cada época te ayudará a mantener la piel hidratada, libre de impurezas y sobre todo con un aspecto saludable, pero, para lograr esto debes prestar atención en el contenido de los productos que aplicas en tu rutina de belleza.
Los expertos en belleza recomiendan, para la época de calor, productos de consistencia ligera como los geles, con contenido de ácido hialurónico, colágeno, libres de aceites y con altos grados de protección solar.
Importancia de la rutina
Para aplicar rutinas de belleza debemos saber que tendremos que disponer algunos minutos de nuestro tiempo para realizar algunas técnicas que impactarán en nuestra imagen y salud de forma completamente positiva.
Es fundamental que destines algunos minutos de tu jornada para realizar la exfoliación y la hidratación necesaria, para así aportarle los nutrientes y las vitaminas que nuestra piel, uñas y cabello necesitan a diario, logrando con esto un equilibrio en nuestra salud.