Susana Giménez es una de las conductoras de televisión más queridas de todo el país y durante los últimos días han crecido las especulaciones que hablan sobre su salud, puesto que se ha postergado su gran regreso a la televisión, donde le realizará una entrevista a Javier Milei.
Susana Giménez tuvo un fin de semana ajetreado, ya que estuvo celebrando su nuevo año de vida en su chacra de Punta del Este, Uruguay, y recibió a numerosas personas, tanto en la lista de invitados, como así también en la lista de trabajadores que brindaron su servicio durante la fiesta.
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Según había trascendido, los festejos fueron un éxito, pero a los pocos días anunciaron que su regreso a la TV quedaba postergado debido a problemas de salud, aunque no se especificó que era lo que estaba pasando y cuando sería posible transmitir el tan esperado programa.
Desde fuentes cercanas a la conductora se habló sobre la posibilidad de que estuviera transitando un cuadro de COVID, por lo que Laura Ubfal se comunicó con Teté Coustarot, quien negro rotundamente la enfermedad que se le adjudica a su amiga y aclaro de que se trataba.
Según aclaró, su amiga está con una simple gripe, pero para evitar que el cuadro pueda avanzar o contagie a otras personas, su grupo médico le recomendó que se tomara los días correspondiente al reposo y postergue sus obligaciones para cuando estuviera del todo bien.
“Susana tiene gripe, y como decían cuando éramos chicos, son 7 días o una semana de reposo”.
Por el momento, la familia de Susana Giménez no ha compartido un parte médico oficial, por lo que habrá que esperar a que pasen algunos días más para conocer cuál es la verdad de esta enfermedad que la llevó a posponer su primera entrevista con el presidente de los argentinos.
Importantes regalos
Susana Giménez recibió todo tipo de regalos por su cumpleaños, entre ellos se han destacado las flores que le enviaron a su casa, pero también hubo uno muy significativo para ella y para quienes hicieron hasta lo imposible para poder regalárselo, en este caso Fernando Burlando y Barby Franco.
La pareja le regaló unas estatuas exclusivas de unos monitos que solían estar en la vidriera de una tienda, mismos que ella había querido comprar, pero se habían negado a vendérselos en numerosas ocasiones, motivo por el cual ese se convirtió en uno de los mejores regalos.