Lunes 5 de Mayo 2025
SYSTEM OF A DOWN

Después de una década: System of a Down sacudió Buenos Aires

La banda se presentó después de diez años en Buenos Aires y su show fue una locura.

Serj Tankian, cantante de System of a Down. Fuente: (Instagram)
Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Después de diez largos años de espera, System of a Down volvió a sacudir Buenos Aires con un recital demoledor que quedará grabado en la memoria de sus fans argentinos. 

La banda estadounidense, ícono del metal alternativo, ofreció un show intenso, cargado de energía y mensajes políticos, ante una enorme multitud en el estadio de Vélez Sarsfield.

En este contexto, desde el primer acorde hasta el último grito de Serj Tankian, quedó más que clara la conexión que existe entre System of a Down y el público local, que permanece tan fuerte como siempre. 

La lista de temas de System of a Down fue una avalancha de clásicos que abarcó toda su discografía, con temas como "Chop Suey!", "Toxicity", "Aerials" y "B.Y.O.B" coreados por más de cuarenta mil personas. La banda no presentó material nuevo, fiel a su decisión de no grabar discos desde 2005, pero cada canción fue interpretada como si el tiempo no hubiese pasado

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Tankian se dirigió al público para agradecer el cariño argentino, recordando con afecto el recibimiento que siempre han tenido en el país.

"No saben lo mucho que significa para nosotros estar de vuelta aquí, en Buenos Aires, después de tanto tiempo", expresó visiblemente conmovido mientras el público respondía con una ovación ensordecedora.

Fuente: albhongg

El recital también estuvo marcado por el fuerte contenido político que caracteriza a la banda. Con visuales impactantes y mensajes proyectados en las pantallas, System of a Down volvió a denunciar la guerra, la corrupción y la injusticia social, sin perder su sello artístico. 

La vuelta de System of a Down a Buenos Aires fue más que un concierto: fue un reencuentro emocional, una catarsis colectiva y una demostración de que el metal, cuando se combina con conciencia y autenticidad, puede seguir estremeciendo multitudes.