El huevo es uno de los ingredientes que siempre te salvarán a la hora de cocinar algo rápido, fácil y económico, siendo que están en las cocinas de todos los hogares y casi nunca falta en la mesa de todos los días.
Si eres fanático del huevo, pero se te acabaron las ideas sobre cómo cocinarlo, no te preocupes. El día de hoy te dejaremos varias maneras de prepararlo, sin necesidad de que te compliques la existencia.
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Comenzando por un clásico de todos los tiempos, el huevo frito es el más sencillo y rápido para hacer, además si los acompañas con unas papas fritas, tendrás el combo perfecto para sorprender y hacer degustar a quien sea.
Recuerda que la yema del huevo frito siempre ha sido un tema de controversia, pues a la mayoría le gusta comerla en su punto más jugoso, mientras que unos pocos la prefieren completamente cocida.
Los huevos revueltos son otras de las formas más sencillas de cocinar un huevo, y son ideales para el desayuno, pudiéndolos combinar con panceta, palta o queso crema, logrando un desayuno completo y proteico.
La tortilla de huevo es una de las opciones rápidas para una cena o almuerzo, cuando no se cuenta con mucho tiempo, puesto que con unos dos huevos y algunas verduras o complementos, tu tortilla está lista en minutos.
Más opciones
Entre las opciones más conocidas, el huevo poché o escalfado podría ser la versión más sana del huevo frito, pues para aquellos que no gusten de las frituras, este huevo se cocina en agua hirviendo, tanto en la estufa como en el microondas.
Para terminar, el clásico y fácil huevo hervido es perfecto para comer solo o acompañarlo con verduras a la hora de la cena o almuerzo, logrando una gran combinación con papa y chaucha, o tomate y zanahorias.